En los últimos meses, se ha multiplicado la red de cargadores en España. Al igual que en el resto de los países de la Unión Europea, la demanda de coches eléctricos en España sigue creciendo. Según los datos publicados por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), las ventas de vehículos electrificados anual (eléctricos e híbridos enchufables) hasta mayo de 2023 ascendieron a un total de 37.347 unidades vendidas, lo que representa un 45,3% más que el año pasado.
Esta mejora sitúa al mercado electrificado con un 10% del volumen total de ventas de vehículos. Si nos centramos en los vehículos eléctricos puros podemos apreciar que han logrado copar el 5% de las ventas anuales, lo que supone más de 18.000 vehículos hasta mayo de 2023. Al ritmo actual, parece difícil alcanzar el objetivo de 190.000 unidades marcado por el PNIEC para lograr cumplir con las exigencias de reducción de emisiones en 2023.
El mayor reto al que se enfrenta la movilidad eléctrica sigue siendo la recarga. Y es que según los datos facilitados por los usuarios de EuroCharger, sus vehículos eléctricos suelen repostar en cargadores instalados en sus parkings privados. Actualmente, el precio medio de repostar un coche eléctrico utilizando un cargador doméstico se sitúa en torno a los 2,4€ por cada 100 km. Para el cálculo hemos tenido en cuenta una tarifa sin discriminación horaria, precio fijo de la energía de 0,16€/kWh y un consumo medio del vehículo de 15 kWh para recorrer 100 km.
La recarga pública sigue siendo una de la tareas pendientes para garantizar la movilidad de los usuarios sin plaza de aparcamiento en propiedad. La instalación de electrolineras en los parkings de empresas puede ayudar a que los trabajadores recarguen en sus lugares de trabajo. Se trata de un tipo de estacionamiento donde los vehículos pasan largas jornadas donde los cargadores lentos, también conocimos como puntos de recarga en destino, pueden ser una solución ideal. Este tipo de equipos necesitan poca potencia disponible y permiten repostar hasta 50 km por cada hora. EuroCharger ofrece un software de gestión para que todas aquellas empresas que decidan instalar cargadores de coches eléctricos puedan facilitar el acceso a sus empleados y cobrar por el uso de sus cargadores.
Las ciudades españolas han decidido instalar cargadores públicos para promover el uso de coches eléctricos entre sus vecinos. Generalmente, las redes de recarga municipales de nuestro país están compuestas por cargadores lentos o semi-rápidos que permiten repostar entre 50 y 100 km por cada hora de carga. Normalmente, se trata de iniciativas promovidas directamente por los ayuntamientos a través de fondos europeos. Muchas ciudades con cargadores ofrecen recargas gratis para fomentar el uso de vehículos enchufables y otras cobran un módico precio para cubrir el coste de suministrar la energía. Puedes descargar la APP de EuroCharger para buscar puntos de recarga gratis y de pago. Nuestra empresa es el proveedor de software utilizado por ayuntamientos y organismos públicos europeos para monitorizar las redes de recarga y recopilar los datos de sus usuarios.
Otros comercios y sectores ven con buen apetito la irrupción de la movilidad eléctrica. Y es que a diferencia de la venta de combustible, aquí cualquier actividad puede ampliar su línea de negocio con la instalación de cargadores. Según las estimaciones de EuroCharger, se trata de una nueva vía de ingresos que puede ser aprovechada por más de 250 sectores entre los que destacan los hoteles, supermercados, gimnasios, centros comerciales, gasolineras, estaciones de servicio o parkings públicos. Un nuevo modelo de negocio que puede ser automatizado a través de EuroCharger, el software utilizado para monitorizar y cobrar por el uso de cargadores en Europa.
En esta combinación de emplazamientos, también queda espacio para los denominados puntos de recarga rápidos, o supercargadores. Se trata de estaciones formadas por varios equipos de gran potencia utilizados para repostar en pocos minutos. El precio por utilizar este tipo de punto de recarga suele ser bastante elevado ya que su modelo de negocio se basa en el coste de oportunidad. Muchos usuarios se sorprenden cuando se dan cuenta que el precio por recargar en este tipo de cargadores supera los 0,50€/kWh por lo que se asimila al coste de repostar un coche de combustión en una gasolinera tradicional. Estos precios se deben a que la infraestructura de recarga rápida tiene un coste de operación y mantenimiento elevado. Los grandes operadores de carga europeos, también conocidos como CPO, trabajan con EuroCharger para optimizar la gestión de sus estaciones, mejorar los procesos de activación, automatizar las tareas de mantenimiento e incrementar la facturación en sus redes de cargadores.
En resumen, todos los cargadores tienen cabida en un sector que crece exponencialmente y que requiere de una gran cantidad de alternativas que varían en función del tipo de vehículo enchufable, las necesidades de los usuarios o las diferentes legislaciones. Desde los cargadores domésticos con un coste de repostaje imbatible hasta los equipos de recarga rápida utilizados excepcionalmente con costes de repostaje similares a los combustibles tradicionales constituyen la solución a la nueva revolución en Europa, la movilidad eléctrica.
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